sábado, 11 de octubre de 2014

Rutina caraqueña

Al mirar la hora se sorprendió de lo tarde que era, tomó en un gran sorbo lo que quedaba de su café y despidiéndose de su gato, salió corriendo con maletín y corbata en mano a la oficina. Llamó el ascensor y comenzó a colocarse la corbata, pasados unos minutos decidió bajar por las escaleras, al llegar a la planta baja comenzó a correr hasta la estación del metro, la lluvia de anoche había dejado el piso resbaloso, a Jacobo le tocó una vez más hacer un esfuerzo para no caerse. Veía los carros pasar a su lado y se lamentaba el no haber comprado uno cuando todavía eran accesibles, quizás ya estuviese en la oficina, pensaba. Giró a la izquierda y cruzó la calle, ya estaba muy agotado como para seguir corriendo, caminó hasta la pasarela y se detuvo a tomar aire, maldiciendo por no tener un carro. Prosiguió su recorrido hasta la estación, el sol comenzó a salir, Jacobo se sentía asfixiado en su traje, caminó por una calle estrecha, la cantidad de vendedores no le dejaban caminar, intentó pasar a dos mujeres robustas que iban caminando a paso de tortuga, una de ellas se quejaba de la situación del país y la otra parecía estar atenta a lo que su amiga decía, y sólo le respondía “si chica, estamos mal”. Jacobo se movía de un lado a otro buscando un espacio por donde pasar, respiraba profundo para no perder la poca paciencia que le quedaba, al final terminó murmurando “esto no es pasarela”, Jacobo no tenía la suficiente valentía como para decirles eso, así que se quedó caminando al paso de ellas. Miraba resignado las piernas de las señoras, veía como caminaban, con paciencia, lento. Al llegar al final de la calle, pudo pasar a las señoras y se apresuró a la estación, bajó corriendo por las escaleras mecánicas, pensando que eso le haría llegar más rápido, y de una se tiró al torniquete, un golpe en el vientre y un ruido molesto le hizo saber a Jacobo que ya su ticket no servía, golpeó la máquina y aceleró el paso a la cajilla. Volvió a maldecir al ver la cola, veía a la gente que pasaba sin problemas y eso lo airaba aún más. Cuando por fin pudo comprar su ticket, se aseguró de pasar con cuidado para no volverse a golpear. Bajó las escaleras y se aproximó a hacer su cola. Al llegar el tren, Jacobo intentó quedarse en la puerta pero la gente lo empujó al otro extremo, pensó que en la estación Chacaíto la gente se bajaría y él podría salir sin problema, pero no fue así, al llegar a la estación la gente no le dio paso y las puertas del tren se cerraron. Jacobo ya estaba molesto, se bajó en Chacao y al ver la cola al otro lado de la estación decidió caminar. Miró la hora, ya era demasiado tarde, se metió la mano en el bolsillo y con la otra sostuvo su maletín, intentaba caminar por la sombra y veía las tiendas, una librería, una panadería, tiendas de ropa, veía los precios en las vitrinas y recordaba lo caro que estaba todo, lo caro que estaban los carros, fruncía el ceño y soltaba unos cuantos insultos para sí. Vio un puesto de mototaxis y decidió tomar uno, al montarse le apretó la cintura al conductor y éste con la mirada le hizo saber a Jacobo que no debía hacer eso, puso una mano al lado del asiento y la otra en el maletín, al arrancar, Jacobo se tensó dándose cuenta de que ir en moto, por Caracas, era una pésima idea. Tomaba aire y cerraba los ojos para no ver nada, terminó pensando en que algo pasaría y que era mejor abrir los ojos, luego los cerraba de nuevo, era mejor no ver si pasaba algo, morir de manera inesperada. Pasaba los carros a gran velocidad, se tensaba mucho más cuando el conductor pasaba por lugares muy estrechos, cuando se comía una luz y cuando giraba muy rápido. Al llegar a su destino, se bajó lo más rápido que pudo, sus piernas temblaban y sentía que el corazón se le iba a salir del pecho, le pagó al conductor, éste notando lo nervioso que estaba se río y dijo “gracias compadre” y se fue. Jacobo entró al edificio, por fin, pensaba. Al llegar a la recepción se encontró con el vigilante quien le preguntó muy asombrado: “Jacobo, ¿qué haces aquí, si hoy es día libre?”. 

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